No todo lo que brilla es oro… ni todo lo duro es roca.

Casi todas las veces que entro a Facebook me salen al encuentro cualquier número de imágenes de casas, autos, relojes de lujo o de hombres y mujeres con pinta de ocupados y vestidos con trajes de cientos y miles de dólares. Ahora, no creas que los dueños de esas cosas son mis contactos y tampoco esas personas altamente vestidas; son imágenes con frases de éxito y filosofía de millonario, como: “La diferencia entre tu pobreza y mi riqueza es que yo supe ver las oportunidades” o algo por el estilo que sube la moral del buen trabajador que desea ser exitoso. Lo único malo es que la cantidad de imágenes no es directamente proporcional a la prosperidad de la gente que las publica, la mayoría de mis contactos siguen siendo pobres.

Los cristianos tenemos nuestras propias versiones de imágenes de éxito, en el mejor de los casos con versículos bíblicos sobre un paisaje de águilas volando cerca de cascadas, y en el peor de los casos solo inserta la palabra “Dios” como puedas en la frase que ya mencionamos arriba. Sabes que las hay. El efecto es el mismo con estas imágenes, no son directamente proporcionales a la vida de cantidad de cristianos que las publican, por muchas razones siguen con una vida cristiana que no triunfa.

¿Recuerdas la historia que contó Jesús sobre dos constructores y sus casas? Quizá te sorprendas al notar que estos dos hombres tuvieron más en común de lo que crees, las mismas oportunidades pero diferente final. La historia está en Mateo 7:24-29 (conviene que lo leas completo)

Uno es un hombre prudente, el otro es un hombre Insensato o “torpe” si lo prefieres. Como dije antes, tienen mucho en común:

La Misma Oportunidad de Educación:

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace” (24)“Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace” (26)

Cuando Jesús compara a estos dos hombres parte de un punto en específico: las palabras que él había enseñado (Mateo 5,6 y 7) Los dos hombres tuvieron la misma oportunidad de ser educados por Cristo, Escucharon exactamente lo mismo, la diferencia ya la leíste en el pasaje, uno puso en práctica las palabras y el otro simple y sencillo, las ignoró.

Si eres miembro de una iglesia que enseña bien la palabra de Dios semana a semana y tu vida cristiana no despega, sí, tienes la oportunidad de una buena educación cristiana, pero quizá la estás desperdiciando al no ponerla en práctica. Recuerda que la oportunidad no es la que te hace triunfador sino la decisión de aprovecharla o no.

La Misma Oportunidad de Construir una Casa:

“le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” (24)

“le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena” (26)

No se cuales eran los planos de cada casa, no sé decir si una tenía mejor fachada que la otra, ese no es el problema; mira bien que ninguno se quedó a medias con su casa, por lo que leemos, los dos hombres cumplieron su meta, la terminaron.

Tienes la oportunidad de construir una casa; un vida que vivir en un futuro donde vivir, todos recibimos las instrucciones para hacerlo; las herramientas, los planos, los materiales. No hay manera de fracasar ¿o si? Dependerá del terreno donde decidas construir tu casa: Construir sobre la arena es construir sobre cosas que no son estables, que desaparecen. Construir sobre la roca es construir sobre Cristo, sobre sus enseñanzas. Él es el terreno firme por excelencia.

No importa donde vives la vida cristiana, en un ambiente millonario o en uno pobre, lo que importa es que no construyas sobre fortuna, fama o posición o buscando las mismas, porque desaparecen tan rápido como vienen y no estoy exagerando al asegurar que hay “cristianos” que construyen sobre  cosas pasajeras. Construye sobre las palabras de Jesús, lo único que no desaparece. Lo único seguro.

Tuvieron Los Mismos Problemas

“Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”(25)

“y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (27)

Hace años escuché a un muchacho en un hospital que no podía creer porque estaba enfermo de gravedad, no entendía: “Soy buen muchacho” decía “Soy cristiano, ofrendo y trato de agradar a Dios en todo, pero no sé porqué Dios me trata así”

¿Alguna vez pensaste que por hacer las cosas bien no ibas a tener problemas? Intentas seguir las palabras de Jesús y poner tu confianza en ellas, pero… ¿porqué tienes los mismos problemas que una persona que no cuida de  hacer lo mismo que tú? quizá más. Bueno, no se si el hombre prudente que Jesús menciona se hizo estas preguntas, pero una cosa si está clara, sufrió las mismas adversidades que el hombre insensato: Lluvia, ríos y vientos.

No es un secreto que la vida cristiana no es fácil, si has confiado tu vida a Cristo y te estás conduciendo por lo que Dios dice en su palabra ¡es magnifico! pero no pienses que la lluvia, los ríos o los vientos no van a golpear, de hecho prepárate porque vendrán (sino me crees mira la historia de Job) Pero puedes estar tranquilo “en casa” porque construiste sobre la roca.

Tuvieron La Oportunidad de Ver el Resultado.

“y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.”(25)

“y cayó, y fue grande su ruina.” (27)

Ya sabes el desenlace, la casa del prudente quedó en pie y la del insensato se vino abajo y quedó en ruina, eso es lo que dice Jesús. Pero si eres de los que analiza tal vez te preguntas “¿Quién, por mas torpe que sea, construiría una casa sobre la arena?” ¡ninguno! Pregúntale a un niño del kinder y obtendrás una respuesta muy parecida. Es absurdo que alguien piense semejante torpeza. Incluso, si seguimos por ese rumbo, pareciera que la historia que cuenta Jesús es hasta ingenua; me imagino siendo yo un discípulo de aquella época y decir “Señor, si sabes que ninguno es tan torpe para construir en la arena mejor no gastes palabras en eso, mejor dinos algo mas profundo”

¿Pero que tal si la arena no parece arena? ¿construirías? Verás, el hombre insensato vio una apariencia, porque en el verano la arena del mar de Galilea se ponía dura por el calor del Sol, por tanto, parecía firme y construyó en ella, no cavó profundo, solo puso las cosas encima de lo que le pareció duro. (Una vez más, Jesús sale invicto con la maestría de sus historias) El resultado del prudente fue ver que donde había construido realmente era terreno firme. El resultado del insensato fue ver que no todo lo que parece duro es roca; bastó con lluvia, ríos y viento para que todo se suavizara y dejara en ruina su casa.

¿Donde estás construyendo tu vida espiritual? ¿sobre Cristo, o sobre todo lo demás? Ya lo dije, tienes las oportunidades, pero las oportunidades no te convierten en un triunfador, lo que haces con ellas es lo que define si eres prudente o insensato en la vida cristiana.