Aclaración
No soy ningún experto en anime ni mucho menos y a lo largo de mi vida solo he completado uno, y no, no es Dragon Ball porque aunque fui fanático en mi adolescencia me aburrí después de la saga de Cell (ya saben como es: siempre hay alguien más poderoso en el universo), y aquel anime que termine de ver no es siquiera de culto, solo tuvo una temporada porque según entiendo, Drifting Dragons fue cancelada: por tanto, no estén esperando que este escrito sea una guía de como ver un anime o una protesta contra los animes, como en los años noventa y principios de los dos mil, cuando los predicadores miraban al diablo hasta en las bolsas de papas fritas; no, este escrito se trata de algo simple pero no por ello poco interés.
Palabras interesantes de labios ajenos
A lo largo de los años me he hecho de unos quince o veinte libros acerca de cómo escribir historias, cada género tiene sus por menores y sus detalles; sí, no se puede pretender escribir una aventura de guerreros medievales sin un rey o un mago o cuanto menos una espada. Aunque todas las historias tienen, por lo general, los mismos parámetros básicos, siempre tuve la curiosidad de saber si un manga (casi todo anime empieza en su versión “comic”, al cual se le denomina “manga”) se escribía con los mismos parámetros; el terreno ahí es basto también y cada categoría tiene sus detalles; pero en mis lecturas llegué a un libro específico sobre el tema: “Manga In Theory And Practice: the craft of creating manga” («El manga en la teoría y en la práctica: el oficio de crear manga») escrito por Hirohiko Araki, autor del manga de JoJo’s Bizarre Adventure (manga y serie que con unas cuantas reseñas leídas en iMDB, como cristiano no puedo recomendar, entiéndase que estoy hablando de un libro del mismo autor no recomendando mangas)
En el capítulo 3 “Designing Characters“ (Diseñando personajes) tiene algunos párrafos bastante interesantes, cuando está describiendo la lista de cosas que debe incluir un autor de un manga, habla de cómo debemos contrastar al héroe del villano, es entonces que dice:
“Los mejores héroes son como Jesucristo; pueden ser alabados por algunos, pero no actúan por beneficio propio y se arriesgan a la muerte en la desolación y la soledad, y siguen el llamado de la verdad dentro de ellos. Esos son los héroes”
Por supuesto que hilando fino vamos a encontrar “trabas teológicas” en estas palabras, no es el asunto de este escrito hacer ese análisis (buscar buena teología aquí sería como querer encontrar paz velando al lado de un féretro con un cadáver dentro, a media noche y en una casa abandonada), pues estamos analizando a un “mangaka” (autor de manga), pero sí quiero resaltar que el heroísmo de Cristo es reconocido por cualquiera que se detiene a verlo por un poco y muestra de ello es la cita arriba mencionada, por supuesto que decir eso no hace salvo a nadie, pero en el contexto de anime o cualquier historia contada para entretenimiento es necesario que más escritores o cineastas, consideren la persona de Cristo y su sacrificio como modelo para la creación de sus héroes.
Ya no admiramos a los héroes de antes
Lo digo principalmente porque nací en el año 87 y pude ver el surgimiento de grandes héroes de la pantalla y el desvanecimiento de estos en las historias de las caricaturas y programas de televisión en los últimos años, casi siendo reemplazados por historias que justifican la maldad de los villanos, comunicando a nuestras mentes y (Dios nos libre que) también a los corazones, que tal o cual villano tiene derecho de ser así por lo que paso con su vida.
Cómo todo buen escritor, sé que la creación de un villano también tiene que incluir estas razones para conocer el porqué de terminar siendo uno, pero no deberíamos alabar la maldad del malo por haberse vuelto así, si ya justificamos al unabomber y lo que hizo porque ahora Netflix nos contó su pasado puede ser que tengamos que reconocer que las plataformas de streaming y especialmente nuestros corazones necesitan el modelo de heroísmo de Jesucristo mismo.
Por supuesto que una película, una serie o un anime no pueden llenar nuestra necesidad de Cristo y la vida espiritual, pero si vamos a gastar una o dos horas frente a la pantalla (y seguidores de anime: ustedes saben bien que no son solo dos horas, guiño), ¿no deberíamos llenarnos de algo positivo? Con esto tampoco estoy diciendo que busquemos historias “cursis” y mal escritas para encontrarlo, pero si solo deseo ver historias de humanos crueles sin valores o principios, representantes de inmoralidad con la excusa de que “este es un héroe que de verdad tiene luchas humanas y por eso me gusta” es evidencia de sobra que realmente no conozco ni la sombra del heroísmo de Cristo, que padeció siendo hombre (Heb.2:18) siendo tentado en todo y que resistió hasta la muerte (Fil.2:8).
Pero en algún momento los escritores también confundieron las historias interesantes sobre narco traficantes y pensaron que podían hacerlos héroes, poniendo de moda a los capos famosos y sus delitos con las drogas para la admiración pública, y convirtiéndolos en héroes de una generación que todavía no conoce que esos son representantes del lado oscuro. Así se cambia a un niño que en lugar de querer sostener una armadura y una espada por honor al Rey, desea tener una camioneta blindada y una pistola por venganza contra su hermano. A estas alturas y por exagerar, me atrevo a sugerir que la generación que creció con Goku tiene un mejor modelo de heroísmo que aquel que creció con Pablo Escobar y sus hazañas. No nos engañemos, que hayamos visto el “proceso psicológico” que puso al Joker en malos pasos no lo quita de la lista de villanos.
Queremos ver más al Capitán Tsubasa
¿Porque no mencionar el heroísmo del capitán Tsubasa? (Oliver Atom para los que conocimos desde pequeños la versión latinoamericana), quien tiene muy claros los valores de sacrificio por los demás y valora la amistad por sobre otros ideales, sin mencionar su optimismo y perseverancia, aun cuando está muy por debajo del marcador. Actitud que durante la serie va impactando aún a sus contrincantes; Genzo Wakabayashi (Benji para los latinos) y el “Tigre” Hyuga, quienes tienen un arco de redención en la historia para convertirse en compañeros leales y honorables (ahora sí, esta sí es una recomendación personal de un anime, específicamente la versión del 2018)
Ninguno de ellos es Cristo y sé que no hay incluso una comparación digna, pero de nuevo, si esta clase de heroísmo nos parece improbable, nos llevaremos la sorpresa de que es todavía más improbable que influenciados por los villanos modernos, podamos tener un alma más inspirada.
17 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. 18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal. (Fil.3:17-19)
El apóstol Pablo llama a los cristianos a imitar a los que se conducen como él mismo, es decir a hombres de la misma doctrina y mismo testimonio ejemplar; no quiero que se me malentienda, no digo que Tsubasa sea Cristo o el apóstol Pablo (no quiero parecerme a algunos pseudo pastores diciendo semejantes estupideces) pero sí un buen ejemplo de heroísmo carente hoy en el mundo del entretenimiento. Como nota al pie de página, podríamos decir que si los personajes o “héroes” que llenan nuestro corazón encajan con el versículo 18 y 19, hemos ensuciado el concepto de héroe y necesitamos limpiarlo.
Para terminar
Supongo que el consejo práctico que puedo dejar al final de todo este escrito es: esfuérzate por conocer más el heroísmo de Cristo; no podrás conocer el verdadero heroísmo en la pantalla si no sabes en qué consistió el suyo, claro, hablo de estudiarlo; mientras no estés lleno de admiración (y por supuesto adoración) por el Héroe Salvador de los pecadores no estarás impresionado con las cualidades y virtudes que puedan reflejarlo en las historias que miras.
Los destellos de heroísmo real te parecerán debilidades porque de alguna manera te atraen más los villanos, siempre es bueno recordar que, al fin de cuentas, buscamos lo que tenemos adentro y aquello en lo que se deleita nuestra alma; nuestro corazón siempre está rebalsándose de algo cuando escogemos en el catálogo de los streamings.