Exhibido por la cruz

By Ensayos

El mensaje del Cristo crucificado es revelador; no solo porque nos reveló el amor del Padre Celestial al entregarnos a su único, sino porque esos momentos de su pasión en el pasado reveló el presente, y me temo que el futuro, pues, los momentos en el que El Hijo estaba muriendo exhibirían a las personas del pasado que todavía sobreviven hoy… y entre esas te encuentras tú.

Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo.

Marcos 14:51-52

La cruz exhibe a aquellos hombres de poco compromiso; a quienes cualquier vergüenza es soportable a cambio de vivir el peligro de que los consideren seguidores y entonces correr el mismo destino que ese que se proclamó rey.

(15:1) Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato. (15:7) Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían cometido homicidio en una revuelta. (15:9) Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos? (15:11-13) Mas los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltase más bien a Barrabás. Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos? Y ellos volvieron a dar voces: ¡Crucifícale!

La cruz revela a aquellos que deben dar un veredicto en favor y aceptar a Cristo como el rey que es, pero deciden escuchar las propias voces contaminadas con su orgullo para llegar a un consenso que lo excluye de sus corazones. A esos que eligen la maldad cuando tienen la oportunidad de escoger el bien, los que prefieren continuar pecando antes que ser perdonados.

Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado.

15:15

La cruz exhibe el corazón del que se lava las manos, cediendo a la presión de las masas, a la opinión que en el momento domina a la mayoría. Ese corazón que no puede gobernarse a si mismo como para tomar una decisión por sí mismo, que no piensa por su cuenta porque la influencia de los demás es la que lo maneja. Esa agenda adoptada y validada por la irrefutable palabra de todos.

Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convocaron a toda la compañía.Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una corona tejida de espinas, comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los judíos! Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos de rodillas le hacían reverencias. Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle.

16-20

La cruz exhibe a los hombres con mínimo poder, al fin de cuentas: subordinados, pero que se burlan de la idea de un rey y que creen que tal nombre y título solo es motivo para demostrar su irreverencia, que no es asunto de nada serio, más que de un meme de humor negro.

Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz.

29-30

La cruz exhibe a los que conocen algo de lo que dijo el Señor pero lo utilizan para minimizarlo, burlarse sin saber el significado real de las palabras que citan, sin embargo, suficientes para suplir el momento y demostrar supuesta superioridad intelectual.

De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciendo, se decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar. El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le injuriaban.

31-32

La cruz también expone al escéptico que no está dispuesto a creer pero que no desaprovecha la ocasión de pedir una prueba, obviamente con sarcasmo, a cambio de un poquito de su sobrevalorada “fe”.

Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

39

Pero la cruz también revela a aquel que al verlo morir, reconoce con sinceridad lo que es verdad. Que aquel hombre crucificado es en realidad lo que afirmaba ser.

También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

40-41

Y en algún rincón, no tan importantes para los demás, diminutos ante los egos de la mayoría que ya he mencionado, la cruz demuestra a los fieles que no huyen cuando su rey está siendo blasfemado, injuriado y menospreciado, a pesar de que estar ahí y ser identificados como sus seguidores represente pertenecer a la minoría que siempre tendrá la misma sentencia que tuvieron para su líder.

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Last modified: August 13, 2021

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