Ese sentimiento que debe mantenerse santo, se vuelve infernal en lo oculto y aparenta estar de nuestro lado para endulzar el oído con palabras amargas de justicia vengativa. Que no por estar escondido en el corazón por mucho tiempo sale tímido o respetuoso cuando encuentra el momento, sino bullicioso e irreverente hacia los principios de Dios y sin misericordia de los ofensores, y no es sino...