Se sabe que la mejor mentira es la que tiene algo de verdad, y el pensamiento del que vamos a hablar hoy tiene cosas ciertas pero mezcladas y manipuladas por las partes falsas para que parezcan una completa verdad: “Dios no me juzga porque vino a estar con los pecadores, me acepta tal como soy”
Este pensamiento enseña algunas cosas básicas del cristianismo pero de una manera incorrecta, como ya dije antes, manipulándolas para que las personas se sientan cómodas. El pensamiento tiene la intensión de evitar la confrontación a un estilo de vida pecaminoso (cualquiera que este sea) con la excusa de que Cristo me entiende y no me juzga, que él me recibe tal cual soy, y por eso, por mucho que a algunos nos cueste creerlo todavía, poder seguir a gusto con los pecados que ya son amados día a día.
Veamos las partes de verdad en las que se originan estos pensamientos: que Cristo es para los pecadores, porque el vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Mt.18:11), él es para los pobres en espíritu que reconocen su incapacidad de hacer algo para estar bien con Dios (Mt.5:3). Y también, Cristo nos recibe como somos y estamos porque, precisamente, no podemos hacer nada para ayudarnos delante de Dios, no podemos presentarnos de una manera mejorada ante Él, tenemos que venir tal cual somos (Mt.9:9). Pero haber dicho que estos pensamientos tienen su origen en verdades, no es afirmar que lo que ellos dicen sea correcto o que las personas arriba mencionadas piensen en el sentido bíblico, tal como lo expliqué en este párrafo.
No, para muchas personas decir que Cristo es para los pecadores y que él los recibe tal como son es solo una mentira piadosa que los autoriza a no sentirse mal por sus pecados. Quieren todo lo bueno que hay en Cristo sin el arrepentimiento que los hace aborrecer todo lo malo que hay en ellos, casi como si esperaran recibir una medalla por ser pecadores.
Estos a menudo usan mal el versículo de “No he venido a llamar justos, sino pecadores” (Mt.9:13) y aunque la parte de “al arrepentimiento” no aparece en algunas versiones, todo el contexto previo del pasaje lo da a entender, Jesús dice: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.” (Mt:9:12), los que “siguen” a Cristo excusando sus pecados, mientras dicen que Cristo vino para estar con los pecadores, deberían entender que, Él mismo dice que están enfermos, para que quede claro y entiendan: los está juzgando de enfermos espirituales que tienen necesidad de ser sanados; el único propósito de Cristo para convivir con los pecadores es cambiar el estado espiritual; él medico viene para que sanen, no a contemplar cómo la enfermedad se agrava hasta que mueren.
Sí, Cristo no vino a llamar a los perfectos sino a los pecadores; sí, él vino para llamar a lo sucio del mundo, y sí, puedes venir tal como estás a Él… pero arrepentido, entendiendo que ha venido para sanar tu estado espiritual, para cambiar tu vida, para que la salud se adueñe de tu ser entero y haga desaparecer toda clase de infección de pecado, no vino para mantenerte enfermo o moribundo.