Dante Gebel ha hecho de Judas un antihéroe victima de las circunstancias y no responsable de su pecado. Por eso si Netflix quisiese hacer una película inclusiva de Judas creo que escogerían el punto de vista de este influencer; quien publicó ayer en facebook un fragmento de su predicación “Mi hermano mayor”.
Dicho fragmento sorprende por la falta de estudio y el exceso de eiségesis (poner mis pensamientos y emociones sobre lo que en verdad dice la biblia), y en el que termina diciendo: “¡El gran error de Judas Iscariote fue, que, en vez de correr a la Cruz, se metió dentro de una iglesia!”; Dante Gebel puede escribir lo que quiera y hacer con su biblia lo que le de la gana, allá él, pero la razón de escribir en contra de su fragmento es porque él es aceptado como un “influencer cristiano” y tiene, valga la redundancia, mucha influencia dentro de muchas ovejas que no conocen la biblia.
El título de su publicación es: “El verdadero error de Judas” que a pesar de estar hablando de algo “malo” que Judas hizo está separando todo el resto de sus pecados colocando una de sus últimas acciones en los evangelios como lo que realmente estuvo mal; sí, olvidemos que criticó que María “desperdiciara” un frasco de nardo puro en Cristo y que fuese un ladrón que sustraía del dinero del ministerio (Juan 12); el verdadero error no fue una vida de pecado voluntario que nunca llamó “Señor” a Jesús sino “maestro”, su error fue “acercarse a una iglesia” (en un momento hablo de eso).
El llama a Judas “el pobre hombre” como teniendo compasión de él, olvidando que Jesús usó una expresión parecida refiriéndose a él pero en el sentido contrario “A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. ” (Mt.26:24) ¿Qué de pobre va a tener un hombre que peca porque estuvo buscando oportunidad de traicionarlo? No hay porque compadecerse de Judas ni hacerlo un antihéroe preso de las circunstancias, lo escrito en la biblia de él es suficiente para darnos cuenta: “Judas Iscariote, el que también le entregó” (Mt.10:4); “Judas Iscariote, el que le entregó…” (Marcos 3:19); “…y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor” (Lucas 6:16); “Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar” (Juan 12:4). Judas no es un pobre hombre al que hay que excusar, sino, por boca de Jesús y los evangelistas: un traidor.
Dante Gebel también dice “Judas nunca fue más pecador que el resto de los discípulos” sin recordar que él nunca fue un verdadero discípulo y que Jesús a pesar de tenerlo dentro de los doce dice: “¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque este era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.” (Juan 6:71), basta una rápida leída a los evangelios para saber que Cristo nunca llamaría Diablo a un hijo de Dios, él siempre llamó las cosas por su nombre y separó a los dos grupos, por tanto Judas entra en el grupo de Juan 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer”, y lo confirma el Señor mismo con su oración en Juan 17 cuando dice “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.” (12), si bien se puede decir con seguridad los discípulos también abandonaron a Jesús, se puede decir con la misma seguridad que Judas no estaba en la misma bolsa con ellos, unos eran verdaderos hijos de Dios el otro no.
Refiriéndose a Mateo 27:4, el momento en el que Judas va con los sacerdotes y los ancianos a devolver las piezas de plata con el remordimiento de que ha entregado sangre inocente, Dante dice que esa confesión fue, comparada con la de Pedro “mucho más sincera… mas descarnada, más auténtica” y no puedo evitar preguntarme ¿porqué? ¿por devolver las piezas de plata profetizadas en Zacarías 11:12-13? y que las devolviera es la razón por la que Dante Gebel lo defiende diciendo “pocos cristianos llegan tan lejos, como para restaurar lo que hicieron; él devolvió todo el dinero” pero no se le corrigió el corazón; el arrepentimiento es un regalo que solo Dios puede dar, no lo puede fabricar el corazón humano, si Judas realmente hubiera hecho una confesión de arrepentimiento la respuesta de los sacerdotes no lo hubiese detenido y hubiese permanecido hasta el final porque hubiese sido Dios trabajando en él. Pero según Dante la confesión de Pedro no tuvo el mismo grado de sinceridad y autenticidad; es decir, según las palabras que escogió, estuvo mezclada con falsedad, por lo menos un poquito, aunque no especifica de qué confesión de Pedro está hablando no hay duda que la de Judas es mejor. Además en su apología sobre Judas pareciese estar poniendo toda la carga en una especie de “confesión perfecta” como regidora de quién debería ser perdonado y quién no.
Y entre otras cosas, porque su publicación es jugosa en errores, quiero hablar por último de lo que dice acerca del momento en el que Judas fue a los principales sacerdotes y ancianos: “¡El gran error de Judas Iscariote fue, que, en vez de correr a la cruz, se metió dentro de una Iglesia! Y los religiosos, siempre han enviado más gente a la horca, que a la cruz” ¿Pero quién le dijo a Dante Gebel que ellos son los representantes de la verdadera iglesia de Cristo?, todo cristiano real entiende que la confesión de pecados se hace delante del Señor y no necesariamente dentro de una iglesia, por eso esta aplicación es gratuita y además una excusa para hablar de “la iglesia”; si te esfuerzas, pasando por alto todo lo que mencioné arriba, quizá puedes ver el mensaje que Dante quiso dar, pero no por eso es justificable; los sacerdotes y ancianos pueden ser ejemplos de lo que el creyente debe evitar, pero no eran la iglesia de Cristo y tampoco Judas era un creyente.
Dante Gebel parece reivindicar a un hombre cuyos actos fueron notorios para todo Jerusalén (Hechos 1:18-19) y de quién en los Salmos se escribió siglos antes: “Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella” (69:25); y “Tome otro su oficio.” (109:8), su publicación tiene un mensaje que suena así: “que Judas terminara así fue culpa de la iglesia, no de él; su verdadero error fue confiar en la gente equivocada y por eso tu no deberías confiar en la misma gente. El malo no es Judas sino los cristianos.”
