Cómo ser un tropiezo (tutorial)

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Uno se encuentra con cada cosa por internet en estos días; incluso este instructivo de alguna parte de la “Deep Web cristiana” de la “Asosiación Internacional de Tropiezos S.A.” cuyos miembros (que prefieren permanecer en el anonimato tal como su nombre lo indica) dicen que cualquiera que haya cumplido alguna de las consignas que describen es digno merecedor de pertenecer a su asociación; dicho escrito (el cuál pasaré a copiar textualmente en los parrafos siguientes) contiene detalles minuciosos para ser un tropiezo por excelencia a los hermanos, indiscriminadamente. Una cosa puedo decir después de analizarlo detenidamente, y es que el escrito parece sacado del mismo Hades, por tanto, conviene que le demos una leída para no terminar haciendo por accidente o voluntad lo que sus instrucciones sugieren. El instructivo indica lo siguiente:

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1.Disfrute:
Porque es fácil.
Sepa que en un sentido muy básico, la expresión “ser un tropiezo” se refiere a “alguien que hace caer o que incita a pecar” así lo define el diccionario del griego antiguo. Sin embargo, aunque es muy fácil, si usted quiere ser un tropiezo de proporciones bíblicas un paso es necesario, por más tedioso que parezca, debe leer la biblia para tomar ejemplo.
Sugerimos el ejemplo de Pedro en Mateo 16:21-23 para aprender lo que se debe hacer:

“Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.”

Notese que el intento de tropiezo fue después de que Jesús indicase cuál era el plan de Dios para él. Por eso en este primer paso dedíquese a 2 cosas simples:

  1. Conocer lo que Dios quiere del prójimo y tratar de impedirlo
  2. Tener el corazón puesto en las cosas del mundo y querer influenciar el corazón del hermano a que haga lo mismo.
    En la teoría suena complicado, sin embargo, recuerde: es más fácil de lo que imagina; comience quitándole al prójimo el deseo de congregarse, se dará cuenta que con el tiempo estará queriendo quitar también el deseo de ir al seminario a cualquier joven con la frase “te vas a morir de hambre”, no importa cómo, pero pronto descubrirá lo sencillo que es. En cuestión de semanas la práctica hará al maestro y los tropiezos que usted estará produciendo serán incontables.

2. Renuncie
A los momentos espirituales que usted mismo ha tenido, debe estar dispuesto a olvidarse de cualquier clase de victoria cristiana pasada, no querrá que el simple recuerdo de tal cosa le nuble la visión de ser tropiezo. Sigamos tomando el ejemplo de Pedro, quién unos versículos antes había expresado “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16) reconociendo quién era Jesús en un instante espiritual. Usted necesita determinación para borrar esa clase de instantes y palabras. Se dará cuenta que se es mejor tropiezo cuando no se piensa mucho en las cosas que se dicen o se hacen.

Recuerde (Cuál es su misión.)
En este punto es en el que usted se da cuenta la magnitud que tiene lo que está haciendo, y en efecto, aquí es en donde los que se dejan llevar por la acusación de su conciencia se retiran de la misión, puesto que es donde deben ser (valga la redundancia) concientes de su objetivo. Recuerde esto; Jesús tiene una guerra con los tropiezos, por tanto tendrá algo contra usted:
a) Porque los tropiezos son lo único que estorban una vida cristiana, es decir, la comunión del creyente con el Salvador.
b) Porque todos proceden del mismo lugar: Satanás mismo, porque siendo honestos, él es el único que quiere que el cristiano caiga. Esta es la principal razón por los que muchos se retiran de la misión, pero es mejor si no piensa mucho en esto.
Recuerde también que cualquier cosa que haga para impedir que un creyente avance en su vida espiritual viene del mismo lado oscuro. Tenga en mente que no hay “clases de tropiezos”, ni menores ni mayores, todos hacen que el cristiano caiga.

Pero sobre todo, por lo que más quiera:

Sea tierno
No hay razón para ser violento en el tropiezo, escuche las palabras de Pedro: “Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca” (Mt.16:22), aunque Jesús no cayó en este intento de tropiezo, usted tendrá prójimos que sí tienen posibilidad de tropiezo, aprovéchelo, pero que sus palabras sean las de un amigo, muestrese interesado o hasta preocupado por el bienestar del otro y crea que está dando el mejor consejo cuando hable, sin importar si es correcto o no.

Sepa que tal como Jesús, habrá algunos creyentes que no estarán dispuestos a ceder por ninguna razón, no gaste mucho tiempo con ellos y es mejor que acepte la derrota, descanse un poco y luego intente con otro.


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Ninguna de las idicaciones arriba mencionadas deben ser seguidas por un verdadero cristiano. El lector cristiano frente a este fragmento del instructivo que he copiado textualmente, debe ser avisado y apartarse del peligro de ser un tropiezo y también de los que traen los tropiezos. Recordando las advertencias vehementes de Cristo: “Dijo Jesús a sus discípulos: “Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.” (Lucas 17:1-2)
Y a la vista de un instructivo tan malévolo cualquier persona debe sopesar 2 alternativas:

  1. Evitar ser un tropiezo o
  2. la sentencia de una muerte en el mar con una piedra de molino atada al cuello.
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Acerca del autor

Lester H. Delgado

Esposo, papá y pastor.
6 años de estudio formal en teología, 3 de estudio formal en escritura creativa y una vida tomando café... también formalmente.

por Lester H. Delgado

Lester H. Delgado

Esposo, papá y pastor.
6 años de estudio formal en teología, 3 de estudio formal en escritura creativa y una vida tomando café... también formalmente.

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