Libertad de expresión

El mundo está dando tumbos; hay una pelea callejera entre dos bandos conocidos como “la izquierda” y “la derecha”, sin embargo la sangre no está saliendo de narices o de caras mutiladas, porque los puños y las patadas están sucediendo en el plano digital; las redes sociales. No sería un golpe demasiado suave para uno de los hombres, hasta entonces más poderosos del mundo, el ser baneado (bloqueado) de Twitter; algunos en protesta y otros en fiesta, pero desde hace algún tiempo todos saben que hay ciertas cosas que es “mejor no mencionar”.

Sin embargo, lo que pasa en el ámbito político es asunto para otro ensayo, porque este no es un escrito “pro Trump” o del otro bando, mi principal interés es que cierto miedo se está apoderando de algunos cristianos, al mismo tiempo que crece la indignación de que “nos están queriendo quitar nuestro derecho de expresar La Verdad”, sí cómo no (pregúntenle a los misioneros perseguidos). Ya hubo alguien que nos enseñó que “la palabra de Dios no está presa” (2 Timoteo 2:9) a pesar de escribirlo en prisión como si fuera un malhechor; demostrándonos que, la Palabra de Dios, sobrevive (en el sentido de: vencer) vez tras vez en una libertad de expresión que no es pura sino amañada. Lo que quiero decir es que el cristiano, el bíblico, no debería acostumbrarse mucho a otra cosa que no sea el intento de censura digital o “de carne y hueso”, siempre fue así, siempre lo será; esperar que sea diferente sería casi “anti-bíblico”:

Siempre hay guerra

Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos.

Hechos 4:1-2

Estamos poco después de que Pedro y Juan hacen que un cojo camine. Lo interesante del grupo opositor que vemos en Hechos es que de nuevo, al igual que cuando Jesús estaba en su ministerio, estaba conformado por dos grupos con creencias diferentes (fariseos y saduceos) que decidían tolerarse entre sí con tal de acabar con la predicación del mensaje que los incomodaba.

Hoy vemos en redes sociales que muchas “secciones” de la sociedad se unen en un solo grupo para querer acabar con el mensaje bíblico, con el “discurso de odio”; bueno, no es sorpresa, generalmente el cristiano ha estado en el lado equivocado de los números ¿cuándo hemos tenido libertad de expresión sin presentar batalla con un grupo de opositores unidos? Esto permanece desde mucho tiempo atrás o ¿ya olvidamos a estos otros hombres?

Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.

Daniel 6:5

De manera que el grupo que quería callarlo quiso hacer la teología de Daniel una trampa en su contra; ¿no es esto lo mismo que sucede el día de hoy? Los ciento doce géneros (que son en realidad hombre y mujer pero con cien formas diferentes de desvío de corazón, formas diferentes de pecado), todos unidos tratando de que se haga justicia en favor de ellos y por supuesto, en contra de nosotros a menos que cambiemos nuestra interpretación de la biblia.

Y cómo la teología real está en contra de sus estilos de vida, arrastran a cristianos y crean una propia “biblica”, sacando de la oscuridad la “woke church” y haciendo anotaciones “queer” sobre la intachable verdad de Dios. La censura que recibimos no es por otra cosa que por nuestra teología y el resultado es que cualquiera con redes sociales se siente con el derecho de juzgarnos teológicamente:

4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas. 5 Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. 6 Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; 7 a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. 8 Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad…

Hechos 17:6-8

El verdadero cristiano, obediente a la biblia, ha pasado toda su vida ofendiendo todo lugar, poniendo de cabeza su perimetro con el mensaje de Cristo, sin embargo, llegó el momento en que también las redes sociales dijeron: “estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” y recalco que es grito, porque no somos poca cosa. Pero es seguro que nuestra libertad de expresión existe hasta que la santidad de Dios ofende a alguien, censurada cuando dice “Dios no es así sino así”.

Siempre hay una incomodidad

Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.

Lucas 6:11

“resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos”

Hechos 4:2

El grupo que había atrapado a Pedro y a Juan tenía el mismo problema, el cual habían intentado deshacerse hacía apenas poco más de un mes, el nombre de Jesús estaba regresando para seguir exponiéndo sus vidas y otra vez haciéndo peligrar la sociedad que habían formado a su gusto y que querían seguir formando con ellos como superiores.

Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos.

Mateo 21:45

El verdadero cristiano ha sido censurado durante siglos porque denuncia el pecado, porque cuando el mundo no puede apoderarse de él; quitarle las convicciones, lo que intenta hacer – al igual que con Jesús – es borrarlo; desaparecerlo del radar; porque habla de ellos y de sus vidas no alineadas a la palabra, pues esta desenmascara el interior de los corazones cuando es predicada, de modo que la gente entiende que se habla de ellos mismos. Por supuesto que el que vive por elección lejos de la palabra de Dios se resiente y se llena de furor contra ella; lo único que puede hacer al respecto para dejar de incomodarse es mandar a cortarle la cabeza a Juan el Bautista. Lo que me lleva a lo siguiente:

Siempre hay un lobby

La palabra lobby es aceptada por la RAE y explicada por ellos como “grupo de presión”, aunque la palabra sea inglesa y esté sonando repetidamente en estos tiempos, los lobbys ya existían, veamos el dilema de uno en Hechos 4:16:

“…¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar”

Por supuesto que el lobby de los fariseos y saduceos no dialoga para buscar de qué manera convivir unos con otros en unidad (cosa imposible de hecho) sino más bien están para hacer presión sobre aquellos que no se alinean a las normas politicamente correctas de la comunidad:

“Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.”

Hechos 4:17-18

Algo así como: “Claro que pueden tener sus creencias, somos tolerantes, somos modernos y abiertos… pero pobres de ustedes el día que infrinjan nuestras normas y osen ofendernos de alguna manera con esa clase de teología que no exalta nuestros egos.”, el cristiano siempre ha sido censurado porque siempre ha habido grupo de presión que intimida y amenaza.

Aquí hay otro lobby aun más antiguo en acción, muy preocupado por bannear a alguien que no respeta las reglas de la comunidad:

 12 Fueron luego ante el rey y le hablaron del edicto real: ¿No has confirmado edicto que cualquiera que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones? Respondió el rey diciendo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. 13 Entonces respondieron y dijeron delante del rey: Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición.

Daniel 6

¿Dónde ha estado nuestra libertad de expresión?, ¿quién la tuvo en la biblia?, ¿Jesús? que la cruz te lo cuente. Me parece que, si es que en realidad predicamos la piedra reprobada por los edificadores (Hechos 4:11), estamos peleando por recuperar algo que en realidad nunca tuvimos; una cosa es gozar de libertad para expresarnos, otra muy diferente es tener libertad de expresión para predicar La Verdad de Dios (tal cual es) frente a la “nueva agenda”. Algunos cristianos también pelean por esta libertad de expresión en internet mientras que en en sus calles hay muchos esperando una expresión de libertad en Cristo; parece que esta lucha solamente es importante en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube pero no al despegar la vista de la pantalla. No existe.

Agustín Laje decía el 13 de Enero de este año en su artículo «Las “Big Tech” y la caída de la democracia, Dictadura digital, dictadura perfecta» de gaceta.es:

Todas nuestras actividades van siendo absorbidas por las plataformas online. Ya no hablamos sencillamente de comunicación y divertimento; hablamos también de trabajo, religión, educación, provisión de servicios públicos, bancas online, compras, ventas, política, sexualidad. De lo más propio de la esfera pública, a lo más propio de la esfera privada… Apagar el mundo online es apagar nuestro mundo offline, porque la interdependencia entre ambas dimensiones hoy es total.

Es conveniente que haya escrito la palabra “religión” porque es cierto, y debo decir: tristemente cierto, incluso en la práctica de la vida cristiana; se vive (y lo quiero decir en realidad es “se presume”) en las redes y se muere en la carne y el hueso. Un ejército de casi cadaveres cristianos galopa con sus pulgares puestos en likes, retweets y “corazoncitos” mientras la pantalla de sus dispositivos brilla, pero cuando se apaga, ese galope y destreza en defensa de la fe también se sume en la oscuridad, despertando unicamente con la próxima notificación de Facebook que ilumine la pantalla. Esa es la libertad de expresión que queremos; cabe preguntarme aquí ¿cuántos sostendremos nuestro discurso cristocentrico cuando la censura fuera de las redes se presente?, porque el día se está acercando. Gracias a Dios en los relatos bíblicos que hemos mencionado también está el ejemplo; la guía, para responder como debemos, en estos relatos:

Siempre hay carácter cristiano:

Hablo de determinación, de convicciones y no conveniencias. El caracter solo puede afirmarse con adversidades, solo puede sellarse con olas contrarias a las creencias propias.

19 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; 20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Hechos 4

Pedro y Juan no iban a ceder a la presión del lobby, porque lo que habían visto y oído era La Verdad, algo que no estaba en su control porque era más grande que ellos dos y más grande que la oposición. Temían a lo adecuado, a Dios, los fariseos y saduceos temían al pueblo. No había presión suficiente para dejar de hablar aquel discurso poco popular y políticamente incorrecto. Una de las canciones que marcó mi vida cristiana cuando era adolescente dice así en español:

Sabes que tienes una convicción cuando sigues viviendo la biblia a pesar de que tu contexto cambie, a pesar de que la censura digital o “presencial” te advierta, sigues practicando la fe cristiana (junto con su discurso) a pesar de que las circunstancias te amenacen:

Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

– Daniel 6:10 (énfasis mío)

Siempre hay oración:

Es necesario aclarar que tener convicciones que están siendo contrariadas no implica que el miedo esté ausente, al fin de cuentas somos humanos, por eso necesitamos también al Señor de la causa por la que somos amenazados, solo él puede sostener las convicciones; por eso Daniel seguía orando no solo por convicción sino para seguir demostrando dependencia en las circunstancias violentas.

Después de ser puestos en libertad Pedro y Juan contaron a los hermanos todo por lo que había pasado (Hechos 4:23) y la respuesta inmediata al peligro fue la oración (4:24-28); pero aunque sabían que las amenazas por causa de Cristo eran serias no quisieron cambiar su mensaje para hacerlo encajar con el del grupo de presión, seguirían con el mismo, solamente pidieron el respaldo de Dios para ello:

“Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra” – (29)

Hechos 4

Con la confianza puesta en la habilidad del Señor y no en la humana: “mientras extiendes tu mano…” (30)

La oración es indispensable para los tiempos de presión y censura, es lo único que puede hacernos estar firmes; fíjate en la noche del arresto de Jesús, después de que él les dijera que oraran para que no cayeran en tentación y que ellos, en efecto, cayeran dormidos, vino la turba y él único que había estado orando: Jesús, fue el único que no huyó (ver Mateo 26:36-56).

Siempre hay respaldo:

“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios” – 31

“Y con gran poder los apóstoles daban testimonio, de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos” – 33

Hechos 4

Y el capítulo cuatro del libro de Hechos es solo parte del inicio del testimonio de cómo Dios respalda al que es censurado por hablar la verdadera palabra de Dios. No tenemos nuestra confianza puesta en las grandes plataformas sociales ni en sus normas de comunidad sino en el mensaje que creemos y que predicamos porque sabemos el poder de quien lo ha hablado y no es que él está de nuestro lado, nosotros somos sirvientes del suyo:

“Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.”

Daniel 6:22

¿Cuál libertad de expresión buscamos?, ¿cuál hemos tenido los cristianos?, mientras digamos “awoman” al final de nuestras oraciones la sociedad nos amará, cuando utilicemos su versión de lenguaje y declamemos los papeles de sus discursos tendremos su libertad de expresión, pero cuando identifiquen un mensaje Cristocentrico y bíblico de libertad del pecado nos condenarán al “anonimato”, nunca tuvimos libertad de expresión para nuestro mensaje, nunca la tendremos, pero siempre seremos un problema para la de ellos, porque como dije al principio: “la palabra de Dios no está presa” (2 Tim.2:9); ya sea en las redes o en carne y hueso, estando parados frente al enemigo, en un presente o futuro no tan distópico quizá estemos llegando al momento de volver a decir como Martín Lutero: “…me mantengo firme en las Escrituras a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera de la Palabra de Dios, y no puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la conciencia. Que Dios me ayude. Amén. “