“Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.”
Lucas 13:13-14
¿puede existir alguien que se enoje porque Jesús ha hecho algo grande con quien lo necesita?, todavía no entiendo a este principal de la sinagoga, no le estaba poniendo atención al milagro sino a su propio corazón celoso; los hombres no eran sanados en las sinagoga normalmente, pero este principal tenía un ego demasiado subido para prometer sanidades entre semana (me pregunto si conocía el itinerario de los curanderos modernos), nunca en día de reposo, atreviéndose a pensar que el estricto cumplimiento de sus leyes podían igualarse al poder de Jesús (v.14), al hacer tal cosa estaba quitando (aunque solo en su corazón) el título de Mesías a Jesús.
“Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?”
15-16
Para este hombre un asno era más importante que un humano, que alguien de su mismo pueblo; mira los valores invertidos: era importante trabajar para que un asno tuviera bienestar, sin embargo no era permitido que el Mesías sanara a una hija de Abraham; nada importaba porque su intocable regla de oro se estaba rompiendo; se había hecho algo “fuera del tiempo”, “fuera de lugar”… “ilegalmente”.
Por eso alza la voz para que casi con entonación gregoriana lo escuchen decir de manera proverbial: “Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo” (14), claro, como si pudiese controlar el poder y actuar de Dios (insisto ¿conocía a algún pastor de la prosperidad?). Así es el ministerio de los religiosos; los parámetros no bíblicos nos hacen enfocarnos en los asnos, que lo animal supere la necesidad y estimación hacía una persona. Pero el ministerio de Cristo se enfoca en los necesitados que escuchan su palabra.
El cumplimiento estricto de reglas y tradiciones no pueden hacer lo que el poder del Señor hace con un corazón dispuesto a cambiar y servir. Hay muchos cristianos que ponen toda la relevancia en sus asuntos personales aunque poca o nula al hermano herido o en el no creyente que ha estado atado por el diablo desde hace mucho tiempo.
¿Le das más importancia a las reglas y formas (no bíblicas) que tú o tu iglesia tienen al hacer las cosas?, ¿son esas reglas suficiente limitación para no ayudar al necesitado?