El viaje a la luna fue falso; las imágenes que transmitieron y que conocemos fueron montadas en un set de televisión. Hitler cuando vio perdida la guerra no se suicidó como mucho creen sino que huyó hacía Argentina, el testimonio de algunos que lo han visto puede ser tomado como evidencia. El ataque a las Torres Gemelas no fue plan de Bin Laden sino del presidente Bush para producir una excusa y así poder adueñarse de más petróleo, algunos videos han aparecido donde se ve cómo hay explosiones ordenadas después de que el avión da contra uno de los edificios. Y lo más reciente: el coronavirus es un plan mundial para acabar con la población innecesaria y someter al resto a un orden completo con antenas 5G y el implante de un chip por medio de una vacuna… producida por Bill Gates.
Si algo de la información anterior te hizo cuestionar cualquiera de los sucesos mencionados y conocidos, entonces una teoría conspirativa está tocando a tu puerta para seducirte, para cambiar la manera en conoces los hechos. De eso se tratan las teorías conspirativas, te hablan la información que ya conoces y la complementan con información privilegiada, tan secreta y valiosa que es digna de un video de YouTube y de imágenes de facebook. A partir de esa información oculta ya no verás con los mismos ojos el asunto en cuestión, a pesar de qué no la tengas como cierta, las dos versiones morarán en tu cabeza para que no te definas por ninguna de las dos (y este el mejor de los casos, en el peor, serás un conspiracionista).
“…las teorías conspirativas son aquellas que pretenden explicar un evento ya acontecido o que está por suceder en base a supuestas circunstancias que son ocultas a la opinión pública” (definición.de)
Algunas pueden ser muy seductoras, otras muy ridículas, pero el hecho de verdad lamentable de todo esto es que muchos cristianos son los principales predicadores de ellas, de pronto tienes a un gran número de pastores (algunos muy respetados en su círculo) predicando la Palabra de Dios acorde a la teoría conspirativa y no la verdad de la Palabra para desmentirla. Es por eso que el cristiano tiene que ser avispado y prudente con todo lo que lee o escucha, debe pasarlo todo por un filtro demasiado fino para que lo único que pase sea la verdad. Aquí te digo algunos peligros a los que el cristiano se expone por creer teorías conspirativas:
1.Creerte parte de la “elite de sabiondos”; un punto atractivo para el aficionado de las teorías es tener otra versión de los hechos, aquello que ha estado oculto al ojo no entrenado, saber los pormenores secretos los sitúa en el grupo selecto con una información importante entre manos. Haciendo parecer pertinente su mensaje a los oídos de todos, exponiendo la información como el complemento fundamental al conocimiento que ya es público, diciendo que sin aquello que ha estado oculto, las personas no pueden ser “felices”, sin ello el conocimiento que cualquiera tenga sobre los hechos será defectuoso y de baja categoría. Es casi el mismo método que tenían los gnósticos en la antigüedad, creyéndose mas iluminados que los mismos hijos de Dios y queriendo completar lo que les hacía falta, por eso Pablo escribe la carta de Colosenses, para demostrarle al pueblo que el conocimiento de Cristo es más grande que todo (ver Col.2:8-10).
El problema con creerte privilegiado por una teoría conspirativa sin ponerla al lado de la palabra de Dios para examinarla es que Dios ya dijo: “Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos.” (1 Cor.1:19). No creo que haya mayor humillación y contradicción para un cristiano que inflar el ego por ir acorde al pensamiento del populacho. No hay sabiduria fuera de Cristo y tampoco seguridad en las teorías conspirativas, que precisamente te dicen que nada es como parece.
2. La falsedad del conspirador: seamos sinceros, no tuviste que comprar el último libro en cuanto a teorías conspirativas para enterarte; la mayoría de ellas son recogidas de videos de YouTube o de muros de facebook (de donde salió la última teoría, que el avatar es otro movimiento para distraernos de la verdad). Estos videos y posts de facebook no son creados para nutrir al cristiano o para edificarlo en el conocimiento de Cristo. ¿Te imaginas al creador del canal más grande de terror latinoamericano diciendo: “este video ayudará en su crecimiento espiritual a mis suscriptores cristianos”? claro que no. Los YouTubers y sus canales quieren una cosa, visitas, porque a más visitas: más dinero. Los muros de facebook quieren publicidad, hacerse virales, seguidores de la página; porque entre más virales sean: más dinero. Ese es el fin máximo, si tienen información “secreta” que aumente la cantidad de “likes” y suscriptores y por ende su dinero (sé que ya lo dije tres veces pero es necesario), predicarán la conspiración.
Estas cosas siempre sucedieron, Jesús dijo “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (Juan 2:19) hablando de su cuerpo, y dos testigos falsos con sus propios intereses dijeron frente al sumo sacerdote que Jesús había afirmado: “Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo” (Mt.26:61), dieron algo de la información pero la ordenaron a sus propósitos y el sumo sacerdote reaccionó, no a las palabras de Jesús, sino a los “datos” de los testigos falsos (ver versículo 62).
Pobres cristianos que deberían obedecer la guía del Espíritu por medio de su palabra terminan dándole el título de “verdad” a tops de internet, que ordenaron la biblia de manera “conspiranoica” para que los posts y videos abarquen más público.
3. Ser engañados: recuerda que dijimos que una teoría conspirativa pretende “explicar un evento ya acontecido o que está por suceder en base a supuestas circunstancias que son ocultas a la opinión pública” (definición.de) y personalmente creo que la teoría conspirativa más antigua y más eficaz de la historia fue la que Satanás le dijo a Eva: “Conque Dios os ha dicho…” (Gen.3:1) en otras palabras: “¿así que esa es la información que Dios les dio?” y entonces después de establecer un interés, reveló la información que no era pública: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” (Gen.3:4-5), así que los dos primeros humanos se aliaron al diablo por la información que “descubrieron” acerca “del gobierno en gestión”. Pablo habla de esta conspiración más adelante, tratándola por lo que es: “pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Cor.11:3), advirtiéndonos que el cristiano puede ser engañado, esto es grave por la sencilla razón que nos extravía de una sincera fidelidad a Cristo.
Esto último es muy peligroso, porque todos actuamos de acuerdo a lo que creemos y si lo que creemos es un engaño, todas nuestras acciones obedecen al engaño y no a la verdad del Señor. En Jeremías 37:13-15 miramos a un capitán acusando al profeta de ser un traidor, de pasarse al bando enemigo y entonces (por creerlo de esa manera) arrestándolo. También, por el peligro de creer en conspiraciones y lo que esto puede hacerle a nuestras actos, Dios dice en Isaías 8:12: “No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; no temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo.” porque una conspiración puede ser falsa (como en el contexto de estos dos pasajes) y por creerla puedes terminar pecando, antes: “A Jehová de los ejercitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.”. (v.13).
Eso de que las antenas 5G y la cuarentena fue planeado y que la vacuna es “la marca” no hace más que atormentar a muchos cristianos que no leen su biblia y si los atormenta están haciendo lo contrario a lo que el versículo de arriba dice. Su esperanza no está en el Dios de la biblia, su confianza no está en la verdad de ese Dios sino en los respiros optimistas (si es que los hay) que las conspiraciones puedan ofrecer. Por tanto no pueden vivir la promesa: “Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Is.26:3), en lugar de perseverar en la palabra del Señor deciden perseverar en la teoría conspirativa; no solo es el fin de la paz de un cristiano sino del intelecto y voluntad sujetos a la verdad de Dios.
4. Engañar: de ser engañados, nos convertimos en engañadores; repito: vivimos de acuerdo a lo que creemos, y si lo que creemos es un engaño, lo que compartimos y hablamos también lo es. Las teorías conspirativas tienen como primer nombre “teorías”, es decir, que no se han comprobado, no se pueden afirmar como verdad. La biblia nos ordena a hablar la verdad cada uno con nuestro prójimo (ver Ef.4:25) y Pablo estaba tranquilo de sus palabras cuando escribe en 2 Corintios: “En todo os hemos hablado con verdad” (7:15), todo era comprobable, venía del Señor mismo. Verdad absoluta, no un montón de información de fuentes dudosas del gobierno o del anti-gobierno. Transmitir estas teorías te convierten en alguien que esparce mentiras, cosas falsas, “fake news” que nos quitarán el derecho de tener la confianza de decir que hemos hablado solo con la verdad comprobada.
Sin embargo no parece ser un problema para cientos de Cristianos que han corrido el mensaje en sus muros y compartido enlaces en los chats con mensajes conspiracionistas. No importa si no hay más que un versículos sacado de contexto para respaldar la teoría, es evidencia suficiente para que los predicadores la proclamen a todo pulmón desde los púlpitos (o “zooms”), el consejo del apóstol Juan sigue estando vigente en estos casos también: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Jn.4:1)
En las teorías conspirativas todavía tienes que examinar lo que te dicen, todavía tienes que ver cuál es la fuente de dónde proviene la información, y sí, todavía tienes que ver si el Espíritu de Dios es el que está hablando (con su palabra).