Por causa de un niño

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Mi papá cuenta que el nacimiento de mi hermana menor lo hizo vender un auto muy preciado, mi mamá cuenta que la tuvo durante meses pegada a su pecho para darle el calor que necesitaba. Mi esposa tuvo que hacer una dieta muy rigurosa casi un año porque mi segundo hijo era alérgico a la proteína de leche de vaca, y a mi me tocó lo más fácil, ceder todos los ahorros destinados a la compra de una motocicleta comprando medicinas de última hora para curarlo. Mi hermana y mis dos hijos están bien, pero la verdad es que muchas cosas cambian por causa (el carnal dirá “culpa”) de un niño. Creo que lo mismo pasó con el niño de la primera navidad; pero antes de las grandes ramificaciones en el mundo entero, el nacimiento cambió muchas cosas en la vida del que le tocó jugar el papel de padre humano: José.

El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

Mateo 1:18-19

Dejar a María en secreto: es decir, disolver el acuerdo matrimonial con solo algunos testigos. Hay tantas cosas pasando en este pasaje que quizá nos cueste ver el dolor en su corazón, al mismo tiempo deja ver el amor por la que habría de ser su esposa porque no quería difamarla al dar un paso al costado. Una decisión que consideraba importante. Pero aunque pareciese necesaria, los momentos difíciles no son el final sino el inicio de un nuevo mapa, de un cambio:

Del temor a la valentía

Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

v.20

Por supuesto que lo que María le había dicho no lo había creído, él era un humano dudoso igual que nosotros y hacía tal como nosotros en sus zapatos, ya lo dije en otro escrito navideño ¿quién hubiese creído eso del Espíritu Santo?, más bien infidelidad en pleno desposorio. Pero mientras José pensaba seriamente en dejar a su desposada, el mensaje de Dios era “María es tu mujer”, esto quiere decir que aunque él pensara que dejarla sería lo más sabio y con menos problemas, en realidad sería lo más difícil de hacer porque iría en contra de lo que Dios ya había decidido. El mensaje de Dios también era “No temas”, “del Espíritu Santo es”, porque claro que tenía temor de creer; para el razonamiento humano todo esto era un disparate. Pero la confirmación de que esto era de Dios definitivamente lo empujó hacía adelante (sin mencionar que la aparición de un ángel enviado por Dios a un hombre común ya indicaba lo suficiente).

Pero la orden de no temer porque era de Dios no significaba ausencia de problemas sino la obligación de enfrentar las cosas, como dije antes, Dios ya lo ha decidido antes de preguntar. Ante el mensaje de aliento de la Palabra de Dios y la confirmación de que los tiempos y situaciones difíciles son parte del plan de Dios, nosotros no tenemos más que ser fuertes y valientes (Jos. 1:9) porque no hay manera de que Dios nos deje volver atrás con lo que ha determinado.

De ser pasivo a ser activo

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

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José no sería solo alguien que evitara que la gente apedreara a María, no, eso sería un plan muy soso y simple. El ángel le dijo cuál sería una de sus primeras funciones en todo esto, él tenía que ponerle el nombre al bebé (hay otros ejemplos en la biblia dónde el padre valida el nombre de los que nacen, como Zacarías, padre de Juan el Bautista en Juan 1:59-63). No puedo atreverme a decir que este fue el momento en que José entendió el propósito de Dios, pero si puedo afirmar que había uno, debía ponerle “Jesús” al niño porque salvaría al pueblo de sus pecados.

La navidad nos recuerda que pequeño o grande, el papel que desempeñamos en los planes de Dios es responsabilidad y por tanto importante en su detallado esquema, no porque nosotros seamos los necesarios sino porque somos esclavos y el esclavo debe ser activo para cumplir sus tareas.

Del egoísmo a la entrega

Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. (Mateo 1:24)

Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. (Mateo 2:13-14)

Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.

(Mateo 2:19-21)

En todo esto podemos ver que incluso se acerca la imagen de una adopción, un hombre haciéndose responsable de un hijo que no es suyo, claro que sabemos todo el contexto (Jesús no era huérfano o algo por el estilo), pero José tenía una vida; y justamente por eso quería deshacerse de complicaciones al principio. Lo vemos entregando su vida para hacer lo que conviene para la protección del pequeño y su madre.

Siempre supimos, por lo menos por tradición, que la navidad no se trataba de nosotros y que debiamos pensar en el prójimo. Pero quizá hay que llevarlo a “nivel José”: perder nuestra vida para dedicarla a la vida del prójimo, pues sabemos que lo que traemos con nosotros significa la salvación de muchos.

Del intento de indiferencia a la atención completa

Al principio quiso ignorar el hecho de que María le contara que el Espíritu Santo había hecho que concibiera; pero después del primer anuncio del ángel vemos a un hombre que está dispuesto a atender lo que Dios le ha mandado a decir, sin preguntas, sin demora. Para él, María y Jesús ya eran su familia; la dependencia en Dios para protegerlos era una prioridad. Fue sumiso para conocer los tiempos que se le indicaban y acatar los actos que se le ordenaban. No solo tuvo que huir a Egipto sino permanecer allá, pero para permanecer tenía que vivir y para poder vivir tuvo que trabajar en ese lugar, se le indicó que volviera hasta que Herodes murió y eso no pasó en un par de días. Siempre estuvo a la espera de la próxima orden del cielo.

La navidad nos muestra el ejemplo de un hombre que estuvo atento a los mensajes de Dios, porque el nuevo significado de vida que había adoptado lo requería. Dudaría que un hombre que diga saber cuál es su propósito en la vida realmente lo sepa, si no está atento a la dirección de la palabra de Dios. A veces los planes de Dios requieren que nos mudemos por un periodo a los tiempos difíciles, que hagamos una vida allí, hasta que el nos indique que es tiempo de volver.

De cumplir mis deseos a cumplir Su palabra

y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.

Mateo 2:23

A partir de aquí (en Mateo) perdemos el rastro de José y acaba su “parte importante” de la historia. Deberíamos avergonzarnos al decir que no se conoce mucho de la vida de José porque no se dice mucho de él en la biblia, pues tal vez no hemos visto con suficiente atención los datos que sí tenemos. Por ejemplo; información de suma relevancia en las apariciones de este hombre es que siempre hay un: “para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas” (v.23) o variaciones “para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta…” (1:22) , “para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta…” (2:15), después de obedecer.

La navidad nos muestra que Dios en su gracia y misericordia cumple su palabra en nosotros. Que nuestra obediencia cumple lo que su palabra dice, sus propósitos. Y aunque sabemos que el puede cumplirla sin nosotros, su amor nos permite ser parte de la obra importante que hace en el mundo. Por supuesto no podemos compararnos en grado de importancia a los personajes y acciones de los sucesos bíblicos, pero sí podemos afirmar que el Señor decide usarnos para cumplir su palabra.

Esta navidad decidí tomar la historia de los hombres alrededor de Jesús, no para hacerlos héroes y desenfocar al personaje principal, al niño nacido; sino justo por lo mismo, tal vez si vemos la actitud de los personajes que rodearon al niño en la primera navidad podamos aprender a enfocarnos de nuevo en quién es el importante en esta fecha y nuestras reacciones ante él. Todo tiene que empezar y terminar en Cristo.

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Acerca del autor

Lester H. Delgado

Esposo, papá y pastor.
6 años de estudio formal en teología, 3 de estudio formal en escritura creativa y una vida tomando café... también formalmente.

por Lester H. Delgado

Lester H. Delgado

Esposo, papá y pastor.
6 años de estudio formal en teología, 3 de estudio formal en escritura creativa y una vida tomando café... también formalmente.

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