El año pasado recibí una llamada para predicar frente a mil seiscientos maestros de mi pueblo (según lo que la señorita me dijo). Me hice a la idea de que sería un público educado, de creyentes y no creyentes, y por supuesto: exigente, por completo diferente al grupo de jóvenes donde predico. Pase semanas orando por sabiduría y buscando en la Biblia la enseñanza adecuada.
La mañana del evento, al llegar al lugar, me topé con una pista preparada para bailar; con bocinas descomunales, suficientes para perturbar a todas las casas en cinco kilómetros. Esperé cerca de dos horas y al final, decir que prediqué a cien personas sería una blasfemia, no llegaban ni a ochenta y de ellos tal vez quince personas me habrán escuchado; incluidas mi esposa y mi hija de seis meses que me habían acompañado. A mitad de la “épica” disertación el puñado de maestros que faltaba entró para sentarse y prestar atención… a las baldosas, paredes… y pantallas de sus celulares. Terminé de predicar y salimos de ese lugar tan rápido como hijo que va a recibir herencia.
Pensando tanto en los que nos dedicamos a la enseñanza de la Biblia como en los que se dedican a cualquier otra materia y tenemos la misma fe cristiana, pongo aquí un fragmento de esa predicación, adaptado a cristianos; porque sé que el mensaje encontrará un mejor nido que el de aquella mañana.
3 Tipos de Maestro en el Nuevo Testamento; personas que recibieron el mismo titulo, con características totalmente distintas.
1.EL MAESTRO QUE NADA MAS ENSEÑA
“Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen.” Mateo 23:1-3
“aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí Rabí” 6-7
La Cátedra de Moises:Todos los sábados los judíos acudían a escuchar la ley de Moisés a la sinagoga. Moisés fue el gran maestro de la religión judía, fue quien tomó lo que Dios quería enseñar a su pueblo y lo presentó a los hebreos.
Aquí una paráfrasis mía, no autorizada, de lo que Jesús está diciendo: los escribas y los fariseos están ocupando el lugar de Moisés y están enseñando lo que él enseñó, estas enseñanzas son correctas y por eso el pueblo debe guardar y hacer lo que aprenden de ellos.
Usted sabe que uno de los grandes temores de todo maestro es ser reprobado por alguien que es eminencia en la misma materia, en este caso Jesús es la eminencia, ¿se dio cuenta que Él aprobaba lo que ellos enseñaban?, todo bien hasta aquí, lo que reprobaba era que no había respaldo a las enseñanzas en sus vidas.
“todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen.”
La diferencia entre teoría y práctica se puede ver en decir y hacer: Decir es teoría, hacer es práctica.
Los fariseos y maestros de la ley decían lo que era correcto, pero no lo practicaban. Era puro conocimiento.
¿Será el reflejo de los maestros modernos?
No se de que país es usted, pero le pongo algunos ejemplos del mío:
- Algunos maestros aconsejan estudiar para hacer un país mejor pero al mismo tiempo privan a los alumnos del estudio con paros nacionales (huelgas).
- Conocí a un maestro de educación física que tenía el lema: “el deporte es salud” pero murió de cirrosis por alcohólico.
- He visto maestros que enseñan que la familia es el núcleo de la sociedad y doblando la esquina engañan a su esposa o esposo, se están divorciando o repartiendo hijos ilegítimos por la calle.
El gobierno todavía se pregunta: ¿porqué tenemos una juventud tan maleducada y perdida, con tan pocos valores morales? deben haber muchas respuestas correctas, de las cuales creo que una de las principales es que tenemos maestros que dicen y no hacen… Eso sí, aman que les digan: Maestro, Maestro.
2.EL MAESTRO QUE PREPARA PARA LA VIDA
“El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí dijo: He aquí el cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos y siguieron a Jesús.” Juan 1:35-37
Juan el bautista era un maestro sin egoísmo, con intenciones claras y transparentes, esto lo podemos ver varias veces:
“Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado” (Juan 1:27)
“Este es aquel de quien yo dije: Después de mi viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.(1:30)
El no enseñaba:
“¡Admiren!, soy el profeta.”
“Tienen que aprender de mí porque a mí me escogió Dios.”
“Tengo una licenciatura en Pedagogía y Teología, por eso soy digno de que me pongan atención.”
Juan el bautista no dirigía la atención de sus alumnos a él mismo, dirigía a sus alumnos a que estuvieran preparados para cuando Jesús apareciera. Jesús dijo que él es “la vida” entonces podemos decir sin miedo que Juan preparaba a sus alumnos para la vida.
Los discípulos siguieron a Jesús después de que Juan les mostrara quien era y él no guardó ninguna clase de celo cuando decidieron dejarlo. De hecho se sintió satisfecho de haberlos preparado bien. ¿cómo puedo afirmar esto?
“He aquí el cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos y siguieron a Jesús.” (Juan 1:36, 37)
“Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tu diste testimonio, bautiza y todos vienen a él.(Juan 3:26)
“Mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” (v.29b-30)
Menguar es en resumen: Desaparecer.
¿CUAL ES SU OBJETIVO COMO MAESTRO?
-¿Ser el mas importante?
-¿Sobresalir por sus logros y títulos?
-¿Preparar para la vida?
¿Saben sus alumnos acerca de su fe? ¿Podrían sus alumnos llegar a conocer a Cristo por medio de usted? o ¿solo conocen los títulos que tiene?.
Con mayor razón debemos preparar para la vida: Educar para la vida terrenal y preparar a los alumnos para la vida espiritual que empieza, continúa y termina con Cristo. Nosotros debemos tener mucho mas cuidado porque sin darnos cuenta podemos caer fácilmente en la clase de maestro que dice y no hace.
3.EL MAESTRO EJEMPLAR
“Y volviéndose Jesús, y viendo que lo seguían, les dijo: ¿Que buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿Donde moras? Les dijo: Venid y ved.” (Juan 1:38-39a)
Aquí tenemos a Jesús recibiendo nuevos alumnos, ¿se consideraba capaz para enseñar? por supuesto que sí, Él dice en Juan 14:6:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
“Yo soy el camino” Él no está diciendo: Yo soy uno de los tantos caminos que se pueden tomar. Él dice que es “El camino” ¡único!.
“La verdad” vea que no dice: “Consideren lo que digo como una de las verdades que se estudian en la filosofía”, dice: “La Verdad” “La absoluta, no hay otra fuera de mí”
La Palabra que Él usa para “Verdad” quiere decir “La realidad”; Jesús es la realidad de las cosas, por eso cuando alguien cree en Cristo mira su vida pasada y dice “ahora me doy cuenta del error en que estaba”, esto se debe a que está viendo la realidad de las cosas. Está en Cristo.
“La Vida” Las personas quizá conocen cierto estilo de vida por el cual están dispuestos a trabajar y sacrificarse, sin embargo si quieren conocer la vida autentica tienen que confiar en Cristo.
“Nadie viene al Padre, sino por mí” Él es el examen de admisión para entrar al Padre.
Si estamos enseñando un camino que va directamente en oposición a Cristo, estamos fallando como maestros cristianos. Si enseñamos que cada quien tiene su verdad y que todas son válidas, estamos fallando como maestros cristianos. Si enseñamos y practicamos una vida diferente a la de Cristo: una vida inmoral y desordenada, racista e infestada de odio, y además sumida en vicios, estamos fallando como maestros cristianos.
Solo pasémonos un examen para ver si calificamos en los últimos dos, ojalá no estemos en el primero.